Tomo el título prestado de la brillante exposición que Muntadas ha presentado hoy en Sao Paulo. Es una exposición bien grande, con cinco trabajos del artista, que abarcan un arco vital tan significativo en su obra como el que va de 1989 a la actualidad. On subjectivity y On Translation ya los conocía, de Estadios había oído hablar y me ha asombrado Alphaville , un trabajo tan sutil como torrencial sobre ese barrio de Sao Paulo, que agrupa un sinfin de promociones inmobiliarias bajo el signo y fórmula del condominio. Lo que da lugar a la extraordinaria reflexión del autor sobre la seguridad, el orden y el poder.
La exposición se muestra en las salas de la Estación Pinacoteca, bellísima extensión de la Pinacoteca del Estado de Sao Paulo, una institución bastante ejemplar, para donde está (www.pinacoteca.org.br). Que, a su vez, presenta en estos mismos momentos Teoria, bella reflexión formal de Ignasio Aballi. Son dos proyectos muy diferentes: el de Aballi creado especialmente para el espacio que lo alberga; el de Muntadas, la justa culminación de una trayectoria de más de quince años en los que ha trabajado por aquí, mezclando, con saber y arte, su cuestionamiento de los medios de comunicación con las claves de una sociedad compleja como la brasileña. Los dos, eso sí, los financia nuestra Sociedad Estatal de Accíón Cultural. No es barato lo de Aballi, pero lo de Muntadas deja a cualquier calculadora echando humo.
Y el próximo jueves, el Instituto Cervantes de la ciudad abre su exposición, Colección Fundación Coca-cola: 10 años de fotografía española , aunque también incluye vídeo. Santiago Sierra, Lara Almárcegui, Chema Alvargonzález... muy bonita exposición. Aquí es una colecciónn privada la que se exhibe en un espacio público y no se puede disimular la generosiddad con que la Fundación Coca-Cola ha afrontado el proyecto. Es bueno confesar que yo mismo lo he estado desarrollando, por lo que pueda venir a partir de ahora.
Pues no acaba ahí la cosa. Porque ese mismo Instituto Cervantes (www.spcervantes2011.info ) presenta, junto con la Fundación Arquitectura Viva, de Córdoba, a Antonio Cruz y a Paulo Mendes da Rocha, en un diálogo cruzado entre la Universidad de Sao Paulo y el propio Instituto Cervantes. Y para que nada quede sin reseñar, también se presenta en la siempre chocante capital brasileña, Millessimes , una muestra gastronómica con los primeros cucharas de nuestro panorama gastronómico.
Si el diario El País se hubiera enterado de todo esto, pueden imaginar los titulares. "Sao Paulo, abierta de piernas a la penetraciónn del arte español" (EP3); "Sao Paulo se rinde al arte español" (en el diario); y "El esplendor y hondura del conceptualismo español se exhiben en Sao Paulo" (Babelia). Felizmente, su último becario salió de Brasil sin caer a la cuenta de ello. Y es que, para detectar "El (lento) avance del español en Brasil", le bastó dar una vuelta por un par de ciudades del litoral, sin considerar que la grande Sao Paulo, con sus 30 millones de habitantes y centro económico y financiero de Latinoamérica, signifique gran cosa en el contexto brasileño. Así le quedó la pieza, publicada hace un par de días...
A lo que voy, que a ver si aflojamos con ese nacionalismo tontorrón que convierte cualquier acción de empresarios, futbolistas, artistas o cocineros, en heroicas conquistas e inigualables hazañas, siempre en la porfía de rendiciones incondicionales y éxitos sin precedentes. Que Muntadas, Aballi y todos los demás, no llegaron a dominar espacios expositivos tan importantes tras la prueba de ADN que los revelara como legítimos descendientes del imperio. La universalidad del lenguaje que logran nuestros artistas (los que la logran), se forja en la tradición y, también, en el cosmopolitismo de su visión, en la ambición de sus preocupaciones y en su conexión con la inquietud que recorre el planeta. La universalidad del idioma que nos une, también se alcanza por la misma vía: la conexión de tantos millones de hispanohablantes en una variedad de intereses que va de los económicos a los culturales, políticos y sociales.
Reclamar el cese de un nacionalismo de suplemento dominical, no es incompatible con una llamada de atención sobre la importancia del control de la información, en el espacio de referencia, que hay que ejercer para alcanzar una mejor difusión de nuestras acciones y de las manifestaciones de nuestros artistas. Porque si los empleados de una institución española de cualquier ciudad del mundo, se enteran de lo que hace otra institución española en la misma ciudad, por la invitación de la instancia que acoge a ambas, pues no alcanzaremos nunca la optimización de la inversión que estamos obligados a ofrecer al contribuyente, ni la promoción que debemos a nuestros creadores.
La confluencia de acciones y acontecimientos descrita en Sao Paulo, para esta semana, no obedece a ningún plan predeterminado por todas esas instituciones que se dedican a la promoción de la cultura española: ha ocurrido. Las posibilidades de rentabilizar la riqueza de imagen desalojada por acciones tan brillantes, no se le ocultarían a un francés, pero nosotros, mejor cada uno a lo suyo, y si a alguien se le ocurre plantear una coordinación que atraiga hacia los proyectos públicos la financiaciónn privada, pues a por él: ¿qué se habrá creído?, ¿qué pretenderá con eso?.
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